Alí-Foreman

Yo tenía 15 años cuando Mohamed Alí y George Foreman se enfrentaron en el estadio de Kinshasa, en Zaire, en lo que fue considerado el combate del siglo XX. La repercusión de aquella pelea fue universal debido a los diversos condicionantes que la envolvieron. La participación de George Foreman, un coloso imbatido, con un físico espectacular y que además era el campeón vigente, contra un fuera de serie como Mohamed Alí, que ya había sido campeón y que además había sido destituido del título por negarse a ir a la guerra del Vietnan.

También llamaba la atención que se celebrara en Zaire, un país africano, pero el dictador Mobuto buscando el reconocimiento internacional puso sobre la mesa los millones de dólares necesarios para que los dos mejores boxeadores de la Tierra se enfrentaran.

Un corte en la ceja de Foreman ante un sparring retrasó la pelea mes y medio, para más INRI, y casi todo el que tenía algo que ver con la pelea tuvo que quedarse en Zaire siete semanas más de lo inicialmente previsto.

El combate no respondió a las expectativas de los especialistas, que pensaban que Alí bailaría y se movería para evitar que el poderoso Foreman lo destruyera, sin embargo no fue así, Alí apenas bailó y aguantó lo indecible contra las cuerdas, donde Foreman no paraba de sacudirle, hasta el octavo asalto, cuando Foreman parecía extenuado de tanto golpear, Alí emergió y con una dura combinación de golpes mandó a Foreman a la habitación del sueño. El leñador Alí tumbó al árbol Foreman.

No sé si fue al día siguiente o posteriores, cuando un amigo me contó que su maestro le había amenzado con que si no portaba bien en clase le iba a dejar la cara como Alí se la había dejado a Foreman.