Luchas obreras de los 70

En Sant Cugat, mucho antes de que se abriera el túnel de Vallvidriera y que urbanizaran las zonas de Coll Favà, Parque Central, Torreblanca, etc., cuando aún no se había convertido en la ciudad residencial que es actualmente, existía un tejido industrial compuesto por varias empresas: Ciama, Condiésel, Delphi, Otexsa, Anónima de Torcidos, Grundig y algunas más que ya no recuerdo. La mayoría de ellas ubicadas en torno al final de la actual Avinguda Cerdanyola, conocida en su época como la Carretera de Cerdanyola.
Corría el mes de Mayo de 1977, en el horizonte las primeras elecciones democráticas después de los 40 años de dictadura que se celebrarían el 15 de Junio del mismo año. En el País Vasco y Navarra se proclamó del 8 al 15 la Semana Pro amnistía, una convocatoria de movilizaciones populares para reclamar la amnistía de todos los presos encarcelados por delitos de raíz política. Las movilizaciones fueron duramente reprimidas por las Fuerzas de Orden Público produciéndose siete muertos y numerosos heridos, varios de ellos por heridas de bala.
Y en ese contexto la empresa Anónima de Torcidos se declara en huelga para reclamar mejoras salariales, no hay que olvidar que el ramo textil era de los peor pagados. La huelga duró 40 días y durante los nueve últimos los trabajadores se encerraron el monasterio de Sant Cugat como medida de presión a sus reivindicaciones. La ocupación de aquel lugar sagrado y de tantos siglos de existencia marcó un hito en las luchas obreras de la época. La solidaridad fue notable y mucha gente se volcó en ayudar a los trabajadores encerrados, trayendo provisiones, mantas, etc. Durante esos días los huelguistas tuvieron que convivir con la actividad de la parroquia como misas, bautizos o cualquier celebración o acto programados. Se les podía ver en un rincón de la iglesia, vestidos con sus uniformes azules, respetando las actividades religiosas, y esperando una solución que llegó después de 40 días de conflicto. El 24 de Mayo se llegó a un acuerdo con la empresa y la huelga acabó, pero siempre quedará en la memoria de la lucha obrera de aquella época.